Frida y Diego
«Nada comparable a tus manos ni nada igual al oro-verde de tus ojos. Mi cuerpo se llena de ti por días y días. Eres el espejo de la noche. La luz violeta del relámpago. La humedad de la tierra. El hueco de tus axilas es mi refugio. Toda mi alegría es sentir brotar la vida de tu fuente-flor que la mía guarda para llenar todos los caminos de mis nervios que son los tuyos.
Mi Diego: espejo de la noche. Tus ojos espadas verdes dentro de mi carne, ondas entre nuestras manos. Todo tú en el espacio lleno de sonidos, en la sombra y en la luz. Tú te llamarás Auxocromo, el que capta el color. Yo, Cromoforo, la que da el color. Tú eres todas las combinaciones de números. La vida. Mi deseo es entender la línea, la forma, el movimiento. Tú llenas y yo recibo. Tu palabra recorre todo el espacio y llega a mis células que son mis astros y va a las tuyas que son mi luz».
Jimi Hendrix a una joven desconocida
«Pequeña,
La felicidad está en ti, así que suelta las cadenas de tu corazón y déjate crecer como la dulce flor que eres… Sé la respuesta: Abre tus alas y se tú misma… Libre
Te querré siempre, Jimi Hendrix».
Sigmund Freud a Martha Bernays
«No apetezco sino lo que tú ambicionas para ambos porque me doy cuenta de la insignificancia de otros deseos comparados con el hecho de que seas mía. Estoy adormilado y muy triste al pensar que tengo que conformarme con escribirte en vez de besar tus dulces labios».
Napoleón a Josefina
“29 de diciembre de 1795:
Despierto lleno de ti. Tu imagen y los placeres intoxicantes de anoche, no permiten que mis sentidos descansen. Dulce e incomparable Josefina, ¿de qué manera tan extraña trabajas en mi corazón?
¿Estás enojada conmigo? ¿Estás triste? ¿Estás decepcionada?
Mi alma está rota por el dolor y mi amor por ti me prohibe el reposo. ¿Pero cómo puedo descansar cuando me rindo a la sensación que comanda mi alma, cuando bebo de tus labios y de tu corazón cual llama ardiente? […] En tres horas la volveré a ver.
Hasta entonces, miles de besos, mi dulce amor, pero no me devuelvas ninguno pues provocan que mi sangre arda como el fuego”.
«He recibido todas tus cartas pero ninguna me ha causado tal impresión como la última. ¿Cómo, mi amada, puedes escribirme de ese modo?
¿No crees que mi posición es ya bastante cruel, sin agregar mis propios sufrimientos y rompiendo mi espíritu? ¡Qué estilo! ¡Qué sentimientos muestras! Son fuego y queman mi pobre corazón.
Mi josefina y única josefina, además de ti no hay alegría; lejos de ti, el mundo es un desierto y cuando estoy sólo y no puedo abrir mi corazón.
Te has llevado más que mi alma; eres el único pensamiento de mi vida.
Cuando estoy cansado del trabajo, cuando los hombres me desesperan, cuando estoy a punto de maldecir estar vivo, pongo mi mano en mi corazón; tu retrato cuelga de él, lo miro y el amor me trae la felicidad perfecta.
¿Con qué arte me cautivaste para concentrar todo mi ser en ti?
Vivir para Josefina, esa es la historia de mi vida”.
Vídeos de Cartas de amor de hombres ilustres
Frases Cartas de Amor de Grandes Hombres
Las cartas de amor de hombres ilustres no solo capturan la esencia de una época, sino que también nos regalan frases cartas de amor de grandes hombres que han trascendido el tiempo. Estas frases encapsulan la intensidad de sus sentimientos y la profundidad de sus reflexiones sobre el amor. A continuación, exploraremos algunas de estas frases memorables que continúan inspirando a corazones enamorados alrededor del mundo.
- “Amarte libremente, como hombres buscan la Verdad.” – Voltaire
- “Eres mi corazón, mi alma, mi tesoro, mi hoy, mi mañana, mi eternidad, mi todo.” – Edgar Allan Poe
- “Como siempre, te amo más de lo que puedo decir.” – Woodrow Wilson
- “Eres todo lo que entiendo del amor.” – Scott Fitzgerald
Estas frases cartas de amor de grandes hombres no solo reflejan la pasión y el compromiso que estos hombres sintieron por sus amadas, sino que también muestran su habilidad para expresar sus emociones más profundas a través de palabras poderosas y evocadoras.
En un mundo donde las comunicaciones digitales pueden parecer efímeras y superficiales, las cartas de amor escritas por hombres ilustres nos recuerdan el poder perdurable de una declaración de amor bien formulada. Ya sea a través de la poesía, la prosa o la simple correspondencia, estas cartas y frases nos invitan a profundizar en la rica tradición del romance epistolar y a encontrar nuestras propias palabras para expresar el amor que anida en nuestros corazones.