Cartas de amor y despedida

Decir adiós nunca ha sido fácil, pero a veces es necesario cerrar ciclos que nos impiden avanzar o vivir nuevas experiencias que nos ayuden a superar las anteriores. En esta ocasión, te ofrecemos 3 cartas de despedida diferentes, con las que podrás expresar tus sentimientos en el último momento de una relación. Porque sabemos que a pesar de la separación, los sentimientos siempre perduran cuando recuerdas a alguien que ha ocupado un lugar importante en tu vida.

Cartas de amor y despedida

Tengo tantos sentimientos encontrados que apenas puedo preguntarme por dónde debo empezar cuando se trata de decir adiós.

Compartí muchos momentos con ustedes, momentos que van a permanecer en mi corazón para siempre, aunque sé que lo que es nuestro ha llegado hasta aquí. No voy a negar que duele, porque una parte de mí todavía está donde tú estás. Pero también soy consciente de que las cosas han cambiado enormemente y ya no me obligaré a forzarlas.

Tenemos que tomar caminos separados y si un día nos volvemos a encontrar, espero poder mirarlos con afecto y que me observen de la misma manera; porque si a veces nos lastimamos los unos a los otros, hubo más ocasiones en que nos hicimos felices los unos a los otros. Días que no cambiaría por nada en el mundo, aunque hoy tengo ganas de llorar y me sigo preguntando, ¿qué nos pasó y cómo llegamos a este punto? Supongo que estas son respuestas que voy a tardar un poco en descubrir, o tal vez nunca lo sabré.

Ahora ha llegado el final de una de las etapas más bellas y dolorosas de mi vida, pero no me arrepiento de haberla vivido contigo. No sé qué esperar mañana ni si alguna vez conoceré a alguien con quien tenga que quedarme. Pase lo que pase, le deseo la mejor de las suertes y sólo me queda decirle que me acordaré de usted.

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Cartas de amor y despedida 2

He llorado tantas veces por ti y me he reído de ti también, que miro hacia atrás y no puedo creer que las cosas puedan terminar ahora mismo. Me dijiste que era lo mejor para los dos, porque a estas alturas ya no podemos seguir el mismo camino. Tenemos que estar en lugares diferentes y en momentos diferentes y honestamente, lo acepto, pero todavía no puedo encontrar la fuerza para superarlo. Es tan difícil tener que despedirme de ti.

En algún momento aprenderé a vivir con los recuerdos, aunque desgraciadamente sé que no será hoy, ni mañana. Lo que más duele no es tanto la despedida, sino saber que hemos podido hacer muchas cosas mejor, evitar tantos problemas…. y quién sabe si en este momento todavía tendremos alguna esperanza. Lo acepto, una parte de mí quiere hacerlo. Echo de menos esa época en la que queríamos descubrir juntos lo que podíamos lograr en el futuro, en la que empezábamos a tener sentimientos intensos el uno por el otro y parecía que no había nada que pudiera terminar lo que nos encontrábamos viviendo.

Pero el tiempo puede ser el peor enemigo del amor, cuando el amor no está destinado a permanecer. Quizás entonces conozca a alguien que pueda llenar el vacío que me has dejado.

Sea como sea, sólo quiero que sepas que te he amado mucho, más de lo que nunca he amado a nadie más.

Cartas de amor y despedida 3

No sé cómo puedo explicar todo lo que me confunde ahora mismo. Ayer pensábamos que esto iba a durar toda la vida, pero hoy tengo que irme y aunque sé que te estoy rompiendo el corazón, no te voy a pedir que me esperes, porque eso sería lo más egoísta de mi parte. Lo mejor que puedo hacer es pedirte que no me odies por haberme ido de esta manera; porque tienes que saber que me hubiera gustado evitar el sufrimiento por ti.

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Es imposible que sepas cuánto me duele mi despedida, porque estoy seguro de que tarde o temprano podrás olvidarme y en cambio, yo te recordaré todo el tiempo con inmenso afecto. Sé que estas palabras no deberían significar mucho para usted en este momento. Desearía que pudieras ver todo desde mi punto de vista y tal vez de esa manera, te sería más fácil perdonarme. Después de todo, tener que despedirme también me hace sufrir; y pensé que tendría la fuerza para irme con mis sentimientos intactos.

Eras una de las personas más importantes de mi vida, quizás la más importante hasta ahora. Y es tan doloroso tener que dejar eso atrás de un día para otro, que a veces me preguntaba si valdría la pena llegar a amar como yo lo he hecho, porque no deberías tener dudas de cuánto has hecho latir mi corazón.

No pretendo ablandarte con esta carta, porque sé que, al marcharme, he provocado demasiada tristeza para que no te esfuerces por esconderla en una actitud fría. La verdad es que siento que me lo merezco, porque te estoy haciendo daño y es lo que nunca hubiera querido. Por favor, aunque tenga que despedirme de ti, no olvides nunca que te tengo un gran afecto y que espero que el tiempo te haga recordarme de la misma manera que yo lo haré.