¿Cuál es el significado del amor?
Amor, amor, amor, amor. La palabra más usada (y abusada) de todos los tiempos. Canciones, libros, poemas están llenos de la palabra amor. ¿Pero qué significa estar enamorado? ¿Qué significa amar de verdad a una persona? En una sociedad en la que la palabra amor está, como mínimo, inflada, y a menudo se usa desproporcionadamente, comprender su verdadero significado es importante para vivir las relaciones con felicidad y hacer que duren más tiempo. Tratemos de indagar en su significado, de entender la psicología de darse a los demás, y de entender si uno está realmente enamorado y cuándo lo está.
Para comprender plenamente el significado de la palabra amor, comencemos por su etimología: «el amor» viene del latín, con esta palabra se indicaba el transporte casi involuntario, incontrolable y apasionado, a otra persona. Un sentimiento casi animal, más ligado al cuerpo que a la mente: para el amor intelectual se utilizaba el término «diligere». Hoy en día, el significado de amar ha evolucionado. Podríamos decir que amar significa aceptar a la persona que amamos tal como es, con todos sus méritos y defectos. Sin embargo, esta definición también se discute: pretender cambiar a quien se ama significa no amarlo completamente? ¿O es posible desear un cambio en el ser querido de manera desinteresada, es decir, esperar un cambio que lleve a esa persona a ser más feliz en su interés exclusivo? En este sentido, la definición de enamorarse de alguien por su singularidad es mucho más amplia.
¿Qué es el amor de una pareja?
Una relación de pareja es un romance entre dos personas. La relación de pareja tiene diferentes fases cuando se convierte en una relación positiva. El encaprichamiento, la fase de compromiso, la consolidación de la historia y el matrimonio. Hoy en día, es importante destacar que cada vez más parejas evitan el paso del matrimonio viviendo juntas como pareja sin organizar un evento de boda.
Una relación puede ser gratificante, en este caso, es un vínculo positivo en el que el amor es una suma y no una resta. El verdadero amor es aquel en el que dos personas se complementan a la vez que son diferentes, tienen un estilo de vida compatible, valores similares e ilusiones compartidas. Además, cada uno tiene su propio espacio.
¿Qué es el amor y las emociones?
Los tres componentes fundamentales del amor forman los vértices de un triángulo, que delimitan las diferentes combinaciones posibles de amor:
- Amor romántico (intimidad, pasión), atracción física y emocional, sin compromiso.
- Amor pasional / amor-amor obsesivo (pasión), Hatfield y Raspón: un estado de intenso deseo de unión con el otro. Es una emoción limitada en el tiempo, más exactamente una primera fase de una relación, que suele evolucionar hasta convertirse en una compañera de amor.
- Compañero de amor / amor verdadero – amor conyugal (compromiso, intimidad): afecto y ternura por aquellos con quienes vivimos.
- Amor vacío (compromiso), relación superficial sin pasión e intimidad.
- Amor perfecto: intimidad, pasión y compromiso. Difícil de alcanzar.
- Amor fatuo (pasión y compromiso), Una relación en la que no ha pasado el tiempo suficiente para que la intimidad emerja, incluso si hay compromiso.
- El apego entre madre e hijo: amor cercano a la pareja porque implica intimidad y compromiso, pero contiene una cierta pasión por parte de la madre para proteger a su hijo.
¿Cuál es el verdadero significado del amor?
El verdadero amor es el sentimiento de afecto, pasión, intimidad y compromiso genuino que una persona siente por otra.
El verdadero amor es un concepto difundido por la literatura romántica y fantástica. Algunos de sus representantes, por ejemplo, lo son:
- el escritor inglés William Shakespeare (1582 – 1616) con Romeo y Julieta,
- el poeta chileno Pablo Neruda (1904-1973) con sus Veinte poemas de amor y una canción desesperada,
- El escritor colombiano Gabriel García Márquez (1927 – 2014) con su Amor en tiempos de cólera,
- El escritor japonés Haruki Murakami (1949) con su trilogía 1Q84, entre otros.
El amor es un sentimiento que no tiene explicación, porque va más allá de la lógica o de la razón. El amor comienza desde dentro. Si me amo, me acepto, me valoro, me cuido, tengo compasión, comprensión, respeto, paciencia y afecto, puedo amar a otra persona. Porque no puedo dar lo que no tengo dentro. Cuando me amo a mí mismo, puedo amar a otro, puedo amar a la humanidad. Amar entonces es aprender a aceptar no sólo mis errores, sino también los de los que amas, sin que esto se convierta en una carga. Amar es ayudar al otro a ver que más allá de la emoción que da origen a una situación hay un ser de luz en evolución que está conectado a su corazón. Amar es entender que aquellos que no actúan de acuerdo a tus expectativas no son los que no te aman, sino que tienen su propia manera de hacerlo, de acuerdo a sus creencias, modelos, estructuras y programas. Amar es hacer que el ser especial vea que su corazón puede mover las montañas y que cuando está alineado con su lógica y razón puede manifestar las mayores bendiciones de Dios. Amar es dar sin esperar nada a cambio, sin esperar recibir y sin querer llenar un vacío o satisfacer un capricho. Amar es ayudar a otros a avanzar, animarlos, motivarlos, motivarlos, motivarlos, hacerlos querer y tratarlos con afecto, incluso si su espíritu es bajo o si está de mal humor. Amar es ser comprensivo, compasivo, tolerante y respetuoso, sin dejar de sentir la emoción que esta persona me causa en una situación, pero aceptando y aprendiendo lo que me muestra y luego dejándolo ir con paz en mi corazón. Amar es aprender a poner límites, a saber decir no, a expresar con empatía lo que siento y pienso para no herir con palabras o impulsos que puedan romper mi relación. Amar es ser paciente, saber esperar, callar cuando no es el momento de hablar, pensar antes de actuar. Amar es hacer comprender al otro que somos física, mental y emocionalmente diferentes en este mundo terrenal, pero que nuestra esencia en la multidimensionalidad es la misma, por lo que siendo diferentes somos los mismos: seres de luz espiritual. Amar es mostrarle que no estamos separados, que las discusiones y las luchas vienen sólo del ego que es lo que causa la separación, la discordia o el miedo porque las almas están siempre entrelazadas y nada ni nadie puede separarlas.
Amar es recordar que cada alma tiene un camino diferente, es repetir su ritmo y aceptar que lo que veo a veces no lo veo y que, en ese momento, es perfecto. Amar es actuar, tomar la mano de su pareja, pariente, amigo o hermano, y animarlo cuando cree que ya no puede hacerlo. Amar es perdonar. Amar es acostarse y ponerse de pie y hacerle saber cuánto te importa y cuánto aprecias su presencia en tu vida con acciones, con palabras, ¡cómo prefiere tu alma! Amar es saber cuándo retirarse, dar espacio y esperar a que las aguas se calmen. Amar es unir, no dividir. Es aceptar que somos luz y sombra, que tenemos una polaridad, un mundo doble. Amar es no querer cambiar al otro para que se adapte a sus deseos o a sus condiciones, es comprender que hace las cosas según sus modelos, sus límites y sus motivaciones. Amar sin condiciones no es lo más fácil de hacer, pero es lo más hermoso que podemos hacer en la vida. El amor te permite sanar las heridas y liberar tu alma. Y todo esto se puede lograr si empiezas a darte cuenta primero. Y me preguntan por qué el amor es mi impulso, mi motor, lo más importante para mi ser interior. El amor lo es todo y es lo único que puede ayudar a cada ser y al planeta a cambiar, mejorar, evolucionar.
3 pasos hacia el amor verdadero
- Pasión: es el primer paso y se refiere a la atracción física y sexual de otra persona. Aumenta la secreción de feromonas y produce lo que popularmente se llama electricidad o la química del amor o la magia del amor. También se caracteriza por una obsesión por la reciprocidad de los sentimientos.
- Intimidad: es el segundo paso donde se crea el apego. Hay cercanía, cercanía y conexión. Se crean lazos más estrechos y profundos al compartir aspectos de nuestras vidas. La intimidad se construye sobre la confianza, la seguridad y el respeto mutuo, de lo contrario degenera en desconfianza y sospecha paranoica.
- Compromiso: El tercer paso requiere la capacidad de superar y trabajar para superar los malentendidos y las ansiedades para estar juntos. Esta es la fase de madurez de la relación en la que la piedra angular es creer en lo mejor de la otra persona sin estigmas, prejuicios o motivaciones negativas. Aquí está la famosa creencia de que el verdadero amor perdona porque respeta las diferencias, persiste en la relación a través de las reconciliaciones porque sabe que ambos quieren resolver los problemas y superar el dolor inicial.
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